segunda-feira, 8 de novembro de 2010

RELATO



Hoy es un día muy especial, puedo contarles lo que más deseaba cuando niña: cuando cumplí 8 años de edad mis padres hicieron la fiesta de cumpleaños en la finca, para mí eso fue maravilloso. Porque cuando terminó la fiesta empecé abrir los paquetes de los regalos y como no había tele prendí el radio y empecé a buscar músicas, pero para mi sorpresa empecé a escuchar una lengua distinta la cual yo no conocía, entonces llamé a mi mamá y le pregunté de  que se trataba, mi madre me contestó que era una emisora de otro país.
A partir de este día, pasé a escucharla todos los días en casa. Eso me llamaba la atención y empecé a decir para mi madre que quería estudiar esa lengua, lo más curioso es que ni mi madre sabía decir de qué idioma se trataba.
Cuando estaba en el quinto grado conocí dos muchachas, hijas de un promotor de justicia que estudiaban en Venezuela, ellas hablaban la lengua que yo tanto idealizaba. Ellas me contaran como eran la escuela, pero para mí pesadilla la escuela era privada. Fue donde empezó la tortura de mi madre. Yo lloraba todos los días pidiendo a mi mamá que también quería estudiar en la misma escuela que mis amigas. Mi madre me decía que no era posible, porque la renta que mis padres tenían no era lo suficiente para costear mis estudios y la sustentabilidad de la casa. Pero yo seguía pidiendo…
Cuando pasé para el primer año de la enseñanza media mi mamá me dijo: “ni que yo tenga que pasar día y noche pegada a esta máquina de coser, pero pagaré tus estudios”. La profesión de mi mamá es modista. Ella hace los más hermosos vestidos.
Y así fue, pasé dos años estudiando en Venezuela, pero para mí tomento Chaves ganó las elecciones y todos los trámites de quién estaba sacando sus documentos fueron paralizados, hasta los documentos como pasaporte fueron todos aprendidos y el mío estaba en Caracas para la regularización de la cédula venezolana. Con eso yo tuve que regresar a Brasil y hacer adaptación curricular de los dos años que estudie allá. Así concluí la enseñanza media en el municipio de São Luiz do Anauá donde mi mamá vivía.
La lengua española para mí es todo, era y es la única cosa que me interesa. No había ninguna profesión que me agradaba hasta que leí en el periódico que el CEFET iba abrir el proceso selectivo para  el vestibular. Fue donde dije a mí mamá que yo iba realizar mi sueño, que era estudiar la lengua española. Fui una de las primeras a hacer la inscripción para el proceso selectivo. Has hoy tengo la ficha de inscripción y el examen del vestibular 2007.1 guardados.
Pero cuando salió la clasificatoria yo estaba en octogésimo tercer lugar, empecé a llorar porque estaba segura que no lograría éxito en este proceso. Pero mi mamá me dijo: cálmate hija, lo que es para ser tuyo será, todavía falta la puntuación de la redacción. Traté de olvidar de eso. Pero para mi sorpresa cuando salió el resultado final del proceso, mi nombre estaba allá en vigésimo tercer lugar. ¡Dios! este fue el día más feliz de mi vida.
Y hoy estoy aquí contándoles este relato, que gracias a Dios puedo decir que vencí y estoy concluyendo el curso que tanto soñé. Yo daría todo en mi vida para que mi mamá pudiera estar aquí escuchando este relato, pues logré mi gran sueño porque ella siempre creyó en mí y ha hecho todo por mí, hasta lo que no podía.
Sonía Mara

Um comentário:

  1. Hola, este relato fue hecho para la presentación de la primera clases de la Segunda Licenciatura de Letras - Español. El objetivo era relatar una experiencia para que los académicos que estaban empezando tuvieran expectativas así como las tuve!!!
    Para mí fue dificil, pero lo hice con mucho mucho cariño.

    Sonía Mara

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